lunes, 27 de octubre de 2014

MÚSICA Y TECNOLOGÍA A LA COLOMBIANA


MÚSICA Y TECNOLOGÍA A LA COLOMBIANA



A lo largo de los siglos y no abarcando más allá, desde el mismo siglo XX hasta el actual, la música ha ido transformándose por dos factores importantes. Uno de ellos es la misma necesidad del hombre de nuevas formas de expresión y sonoridad y la segunda es el mismo avance tecnológico que penetra todas las estancias sociales del hombre, donde la música no está exenta de esto.


Las nuevas formas de expresión del hombre, en materia musical, han hecho que desde el siglo XX, las múltiples opciones de comunicación hayan hecho que se facilitara el acceso a la música desde cualquier lugar y momento, haciendo que se hayan proliferado desde esa época hasta la actualidad un creciente número de manifestaciones artísticas.
Siendo así como el ritmo, la tonalidad y la melodía, se convirtieron en conceptos preponderantes para este gran cambio en donde la tecnología jugó y sigue jugando un papel protagónico.

No sólo el ‘fondo’ de la música tuvo transformación sino que el avance tecnológico se impuso tanto en las nuevas creaciones musicales como en la reciente industria de formatos de audio, disparando una fuerte y marcada competencia mundial, buscando mayor almacenamiento en dispositivos cada vez más pequeños y portátiles.

Tanto los músicos empíricos como los profesionales a lo largo del tiempo han incrementado sus posibilidades y recursos de creación gracias al desarrollo tecnológico.

En 1909, Luigi Russolo en su “Manifiesto Futurista” habla de combinar sonidos procedentes de máquinas y no de instrumentos musicales tradicionales y combinar esos sonidos con un criterio artístico o basándose en la imaginación del creador.

Al igual que los dispositivos, la grabación digital logra tener importancia, haciendo que el sonido obtenido mediante un registro digital es idéntico al original.


Todo lo anterior y el avance tecnológico han hecho que cobren importancia como la misma revolución industrial, los procesos de distribución y serialización de la misma, así como incorporación de nuevos sonidos aparte de los originados por los mismo instrumentos tradicionales y ya conocidos.



¿Y en nuestro país?


Al igual que en el entorno global, Colombia no ha sido la excepción frente tanto a las necesidad de avanzar en materia musical así como en la implementación y el desarrollo de la misma frente a los avances tecnológicos nacientes.


George Yúdice, etnomusicólogo dedicado a estudiar las ‘Nuevas tecnologías, música y experiencia’ señala que “las nuevas tecnologías y ese potencial expansivo en el disfrute/consumo de la cultura nos permiten liberarnos de la oferta limitada a que nos tenían condenados las industrias del entretenimiento para acceder libremente a aquellas músicas o sonidos que satisfacen nuestros deseos y/o necesidades. Esta interactividad sonora ha hecho posible desterrar a los árbitros del gusto, o ‘purificadores’, en beneficio de la enorme diversidad de temporalidades, espacios y sonoridades adonde Internet nos lleva y que configuran el actual fenómeno de la ubicuidad de la música en nuestras vidas, ya sea en su vertiente individual o colectiva”, según reseña la Revista Trans.
Internet ha permitido el intercambio libre de información desde su origen hasta la retroalimentación. Es así como la música en donde tiene una razón de ser en la radio, ha incursionado en este espacio con una fuerza imponente a través de las emisoras virtuales, cuya frecuencia ya no sólo se capta desde nuestros radios sino también desde la web. Se evolucionó desde la radio tradicional AM/FM, pasando por la digital, satelital, onda corta hasta la actual radio online o virtual.

En resumidas cuentas, Colombia no ha sido exenta a la evolución tecnológica en materia musical y ha evolucionado en nuestro país a la misma medida. Para finalizar, comparto con ustedes a plenitud un artículo en el que da uno de los más completos recorridos acerca de la música y el impacto de la era digital en este aspecto en nuestro país, escrito por la Corporación Colombia Digital.

CRONOLOGÍA

Los procesos de producción y distribución se apegan a los desarrollos tecnológicos mundiales y desde los acetatos hasta los sonidos para iPod, los colombianos hemos disfrutado de la música digital proveniente de todo el mundo. Veamos algunos de sus hitos en Colombia:


1934. Se funda Discos Fuentes, la empresa discográfica nacional dedicada a la producción de música folclórica y tradicional del país
1960. Los grupos musicales nacionales, en especial las bandas de rock, graban en cintas magnetofónicas sus producciones.
1979. Llega al país el primer Walkman producido por Sony. La música se hace portátil y los jóvenes se lanzan a las tiendas del país para conseguir su propio reproductor.
1981. La Facultad de Artes de la Universidad Nacional abre sus clases de música concreta, acusmática, arte sonoro y paisaje sonoro, lideradas por el compositor y docente Carlos Mauricio Bejarano.
1990. La música contemporánea es intervenida con videoinstalaciones de los artistas Omaira Abadia y Gilles Charalambos en la muestra “Música electroacústica” del Centro Colombo Americano.
1991. Abre “Morocco”, uno de los clubes de música electrónica más grandes del país.
1992. Llegan los primeros CD al país. La mayoría de las grabaciones que se conseguían eran de música clásica y tenían un costo elevado.
1993. El bar Cinema toca por primera vez una noche corrida de música electrónica.
1994. El artista sonoro Oswaldo Macia presenta sus primeras piezas en Londres, desde entonces ha consolidado su carrera gracias a sus esculturas sonoras. http://www.youtube.com
1996. Se inicia el proceso de grabación de CD en el país y con ello se abarata el costo y se amplía la gama de artistas.
1997. Grupos como Sidestepper aparecen en la movida musical nacional, combinando los sonidos tradicionales del Caribe con dispositivos electrónicos.
2000. El proyecto ALTAIR de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Antioquia lanza su radio digital, creando así la primera emisora Web del país.
2001. iPod llega al país. El dispositivo era tan apetecido como costoso, con la ampliación del mercado se popularizó y sus costos se redujeron.
2002. Los “raves” o fiestas electrónicas se popularizan en el país y conquistan a millones de jóvenes en las ciudades capitales. En un parqueadero del centro de Bogotá se organizaban las fiestas “Pink” que marcaban la tendencia en música electrónica de la ciudad.
2004. Se crea el Festival Bogotrax concentrado en visibilizar la producción de música electrónica bailable en el país.
2004. Estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad Javeriana de Bogotá lanzan la que sería la segunda emisora virtual del país: Al aire Web. http://www.alaireweb.com/portal
2007. La “Superestación”, una de las emisoras más escuchadas en la frecuencia FM se traslada a la Web y amplía su oferta musical en canales dedicados. http://www.superestacion.fm/
2008. El operador de telefonía móvil Comcel lanza su tienda de música virtual para dispositivos móviles.
2010. El Museo de Arte Moderno de Bogotá presenta una exposición de arte sonoro titulada “Sonare”.
2011. Se celebra la primera versión del Festival Creamfields en Bogotá, dedicado a la música electrónica.
2011. iTunes Music Store Latino América se abre oficialmente para Colombia.
2011. Sonora llega a Colombia. La plataforma para compartir música digital lanzada cinco años antes en Brasil entra al mercado nacional.
2011. La casa disquera colombiana Prodiscos abre su tienda virtual para descargar oficialmente la música de sus artistas, abriendo la puerta a grupos independientes interesados en comercializar sus producciones. http://www.prodiscos.com/

REFERENCIA:

Historia de la Música digital en Colombia (http://colombiadigital.net/actualidad/articulos-informativos/item/1420-musica-digital.html)